Valladolid engalana sus calles al igual que el resto de ciudades españolas. Y es que, entre lo ‘’inesperado’’ por las circustancias y la ilusión de las fechas, otro año nuevamente, se nos ha hecho presente la Navidad.
Ornamentos y luces adornan calles y comercios, despertando ese sentir navideño de una sociedad, apagada por la frustración de una situación que, parece estancada y lejos de mejorar. Y es que, la situación no es favorable para la mayoría, pero por desgracia nuevamente, habrá para quienes su preocupación no será precisamente el lograr ajustar el menú navideño a la desdicha económica que nos atañe. Sino más bien, el de encontrar algo ( en la mayoría de casos, recurriendo a la caridad) que poder poner sobre la mesa en unas fechas que, no deberían ser de preocupación, sino de fraternidad, solidaridad y largas jornadas familiares.
Tampoco es de extrañar que la ilusión con la que se esperaban estas fechas antaño, como cuentan mis padres o abuelos, se pierda,en favor de la ‘’opulencia’’ consumista y del individualismo voraz, que parece sello indispensable para ser miembro de nuestra sociedad.
Porque estas navidades, al igual que las anteriores y ya otras tantas, no tienen unicamente como contratiempo la crisis económica. Algo mas profundo y amenazador, cada vez se muestra como un síntoma más ineludible del tumor que padece nuestra sociedad. Y es que, una Navidad sin valores, no es Navidad.
Los problemas que conciernen directamente a la economía, aunque de difícil solución, serían mas llevaderos y comenzaría a augurarse un mejor futuro si; se sustituyera el relativismo moral, por una conciencia social colectiva. Y todo ello, unido, en el proyecto común de volver a hacer admirable este país, tanto para la gente que ahora con gusto reniega de su patria, como para volver a ser nuevamente referente europeo y mundial del progreso y la calidad de vida. Una España valorada y de valores. Bien es verdad que, con toda seguridad, no logremos alcanzar los estándares registrados en la década pasada.
Entre tanto vivamos esta navidad, de forma solidaria y hagamos de estas fechas, que son referente de esperanza, un tiempo para hacer recuperar la fe en la sociedad a aquellos que la han perdido.
Por ello, este servidor les desea que tengan y disfruten de una Feliz y Santa Navidad.
Guillermo Garabito
Publicado en la revista navideña ''Aleluya'' Ayuntamiento de Valladolid y A.B.V. (22-12-11)
Ornamentos y luces adornan calles y comercios, despertando ese sentir navideño de una sociedad, apagada por la frustración de una situación que, parece estancada y lejos de mejorar. Y es que, la situación no es favorable para la mayoría, pero por desgracia nuevamente, habrá para quienes su preocupación no será precisamente el lograr ajustar el menú navideño a la desdicha económica que nos atañe. Sino más bien, el de encontrar algo ( en la mayoría de casos, recurriendo a la caridad) que poder poner sobre la mesa en unas fechas que, no deberían ser de preocupación, sino de fraternidad, solidaridad y largas jornadas familiares.
Tampoco es de extrañar que la ilusión con la que se esperaban estas fechas antaño, como cuentan mis padres o abuelos, se pierda,en favor de la ‘’opulencia’’ consumista y del individualismo voraz, que parece sello indispensable para ser miembro de nuestra sociedad.
Porque estas navidades, al igual que las anteriores y ya otras tantas, no tienen unicamente como contratiempo la crisis económica. Algo mas profundo y amenazador, cada vez se muestra como un síntoma más ineludible del tumor que padece nuestra sociedad. Y es que, una Navidad sin valores, no es Navidad.
Los problemas que conciernen directamente a la economía, aunque de difícil solución, serían mas llevaderos y comenzaría a augurarse un mejor futuro si; se sustituyera el relativismo moral, por una conciencia social colectiva. Y todo ello, unido, en el proyecto común de volver a hacer admirable este país, tanto para la gente que ahora con gusto reniega de su patria, como para volver a ser nuevamente referente europeo y mundial del progreso y la calidad de vida. Una España valorada y de valores. Bien es verdad que, con toda seguridad, no logremos alcanzar los estándares registrados en la década pasada.
Entre tanto vivamos esta navidad, de forma solidaria y hagamos de estas fechas, que son referente de esperanza, un tiempo para hacer recuperar la fe en la sociedad a aquellos que la han perdido.
Por ello, este servidor les desea que tengan y disfruten de una Feliz y Santa Navidad.
Guillermo Garabito
Publicado en la revista navideña ''Aleluya'' Ayuntamiento de Valladolid y A.B.V. (22-12-11)