Pablo Iglesias no deja
amor con cabeza. Ni siquiera en primavera. Lo suyo con Errejón, igual que antes
con Tania Sánchez, saltó por los aires una mañana a la hora del café. Sólo les
faltó tener preparado un comunicado de prensa que explicase que no había sido
puntual, que lo suyo venía de antes y habían intentado arreglarlo por todos los
medios. Es lo que tiene la novedad, que acaba cansando. Y Pablo Iglesias corre
el riesgo de cansarse de sí mismo por momentos. Más entre la prodigalidad de
apariciones jugando a condonar, sin llegar a hacerlo, a Pedro Sánchez por
querer ser presidente siendo casta. Tú
eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi vicepresidencia. Y tres o cuatro
ministerios. Y alguna secretaría de Estado, ya que estamos.
Esta mañana se reúnen
Iglesias y Sánchez. Una nueva oportunidad y la dejarán pasar y no saben el favor
que nos hacen a los españoles. Todo apunta a unas nuevas elecciones y después
de esas a otras; porque no se equivoquen, el reparto de escaños, de repetirse
estas, tampoco varía en mucho. Aquí siguen vendiéndonos que trabajan: Celebran
comisiones, y Mesas y dan ruedas de prensa para justificar el sueldo.
Cómo no tenemos en esta
sociedad suficiente telebasura donde se les rompe el amor a sus protagonistas y
lo retoman según el guión y las audiencias, tenemos que entrar ahora también en
los dramas politicosentimentales que
se trae la “nueva” política. Han
convertido el Congreso en un reality
sin cámaras en los pasillos.
En provincias a todos
sus círculos cuadriculados les toca pasar otra vez el mal trago de elegir entre
papá y mamá. Aunque no sé quién es cada en esta discusión de andar por casa y
en zapatillas, con coleta y despeinado.
Cuando Monedero se fue
de Podemos, o le invitaron a irse para que no siguiera cantando en los mítines,
fue como cuando se marcha un pariente lejano. Pero esta grieta existencial
entre Iglesias y Errejón exige una custodia de lealtades como mínimo.
Para demostrar su
compasión Pablo Iglesias resucita a Echenique y le pone de Secretario de
Organización para tenerle muy cerca y observarle mejor. “Qué dientes más
grandes tienes…” Y tal vez hasta resucite a Monedero para seguir teniendo quien
le jure lealtades.
Se les rompió el amor.
Errejón afirmó que obviamente no comparte todas las decisiones de Pablo Iglesias.
Pero que Podemos es muy bonito y esas cosas con flores y primavera.
Guillermo Garabito.
Publicado en El Día de Valladolid en marzo de 2016.
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