martes, 2 de agosto de 2016

Pleno al mitin

Se pierde uno un pleno y quince días después llega con la sensación de que le han cambiado la distribución. Cosa que me pilló de sorpresa. Al entrar en la tribuna de prensa me encontré con que se había incrementado el número de asientos. Sillas suplementarias de metacrilato, todas ellas muy transparentes. Esta moda de la transparencia en la política se ve que incluye hasta las sillas. O quizá fueran presagio de lo que se venía ayer tarde. Y uno de los trabajadores de las Cortes meditaba con ironía: “Para qué ponemos tantas sillas si cada vez viene menos gente...”

Yo me supuse que el pleno tendría más trascendencia de la normal. Que se iba a tratar algo que a mí se me había pasado por alto en el orden del día. Y existía riesgo de lleno en la tribuna, pero allí fuimos los de siempre y poco menos que se habló de lo de siempre. Con la repetición de elecciones generales a un mes vista la sesión fue un  "déjà vu". Un mitin político por parte de algunos de los parlamentarios. Había preguntas en clave electoral y respuestas en los mismos términos. Igual que hasta diciembre del pasado año. Y unos recriminaban a otros esa postura de ganapanes. O “ganavotos” mejor. Como el presidente Herrera cuando replicaba a Tudanca y se defendía de la acusación de pasar más tiempo encerrado en el despacho que preocupado por los habitantes de la comunidad. “Lamento que vuelva usted también a la campaña electoral… Pase cuanto antes este trago de Unidos Podemos, Podemos Unidos, y volvamos al debate.”

Parece Herrera no acordarse de aquella frase de Churchill que sentencia que "el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en la próximas generaciones y no en las próximas elecciones". Pero Churchill no era español y en España no hay nuevas generaciones, sólo elecciones que se repiten sucesivamente.

Durante la pregunta de Fuentes en el turno de Ciudadanos sobre el Plan de Dinamización en los municipios mineros salió Herrera al paso diciendo que “empezamos dudando del carbón autóctono y acabamos dudando del sistema energético español”. Y hasta de lo que sabemos, le faltó añadir al presidente parafraseando dramáticamente a Descartes. No creo que sea mala cosa dudar de las verdades establecidas y tampoco del sistema energético español con las facturas que vienen cada mes.

La oposición recriminaba al gobierno de la Junta de Castilla y León el irse por las ramas en sus respuestas. Y alguien comentó detrás de mí: "¡En eso consiste la política! ¡Parecen nuevos estos del PSOE!".

En la tribuna de prensa éramos los de siempre. Las sillas nuevas siguieron sin estrenarse y yo preguntándome para qué las habrían puesto. Quizá con la premonición de que aquello iba a ser más un mitin que un pleno. Pero faltaba el público que agitase las banderolas. Llegados a este punto me quedé más tranquilo, y vi que todo había seguido sin novedad desde mi ausencia.

Guillermo Garabito. 

Crónica parlamentaria publicada en ABC CyL el 18 de mayo de 2016.

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