miércoles, 1 de abril de 2015

Gaznápiros y botellines



Esta tierra tiene arte y salero –las menos veces, pero también lo tiene– y a los británicos, con su flema y con su humor, se les confunden Segovia y Sevilla; el norte y el sur en España, que es toda sol, playa, fiesta y “paela”. Lo mismo en Cuenca que en Valencia, mire usted.  Tal vez no sea asunto de humor británico y tenga un poco o un mucho de incultura, pero que vengamos nosotros a reírnos cuando tenemos a Ana Botella tomando un “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”…

Al final, que el Alcázar de Segovia nos lo ubiquen unos guiris, The Daily Telegraph sí, pero guiris al fin y al cabo, en Sevilla es hasta gracioso. Lo que no es humor, ni británico, ni civilizado, son algunos “tuits” que aparecieron el lunes tras el accidente aéreo en las redes sociales. Comentarios protestando –celebrando muertos– porque se aplazara la emisión de uno de esos programas para gaznápiros en lo que se avanzaba información sobre el trágico percance.

Se nos ha ido la sociedad de las manos. Ya no es que vengan los bárbaros, es que a los bárbaros los parió este sistema. Para mí la sorpresa fue descubrir que por la mañana hay palurdos en este país esperando, con ganas, para tragar telebasura de esa que, como el tabaco, debería llevar un aviso: “Ablanda el cerebro”. Pero los “ninis” y los “canis” lo demandan.

“Como un naufragio hacia dentro nos morimos”. Una oleada de telebasura en la que nadie se fija  hasta que se viene lo irremediable sin remedio, porque lo escrito ahí queda, como síntoma mayor de la podredumbre intelectual y moral de algunos.  España, con su naufragio por dentro.

Después de lo ocurrido, es necesario que un juez le hable a esta gente de la autocensura, que para escribir gilipolleces, discúlpenme pero a veces, es mejor callarse.


Guillermo Garabito.Publicado en ABC CyL el 27 de marzo de 2015

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