lunes, 7 de diciembre de 2015

Kant sobre la mesa

El pleno de ayer tenía no sé qué emoción con la elección de tres Secretarios de la Mesa de las Cortes y un cabreo de Tudanca con Podemos por un acuerdo suscrito a principio de esta legislatura. Aquel que incluía incorporar un representante de Ciudadanos y otro de Podemos a la Mesa. Dice el secretario general de los socialista en CyL que lo de Pablo Fernández es “una deslealtad permanente” y que en el Partido Socialista no son “de poner la otra mejilla”. Con esas expectativas iba yo a las Cortes y al comenzar la sesión se aprobó por votación con cuarenta y siete votos a favor –el total de los procuradores del PP y C’s–, de un total de ochenta y cuatro, alterar el orden del día y saltarse ese punto primero. Fue la maniobra de PP y Ciudadanos para posponer el asunto hasta después de Navidad e intentar buscar un nuevo acuerdo que no deje fuera a los de Ciudadanos. Ya se sabe que en esta legislatura hay que tenerles contentos. Todo sea ampliar la mesa ahora que las anuncian de oferta en Ikea

Las preguntas al gobierno regional, que era el segundo punto, más que una sesión de control fueron un acto de precampaña. Se utilizaban las cuestiones para hablar en clave nacional y sólo en las réplicas se venían los temas a lo regional. Montoro sobrevuela siempre en el ánimo del hemiciclo. En realidad tenía uno la sensación de asistir a un debate en provincias de cara a las elecciones del próximo 20-D. Y no se sabía si la oposición preguntaba a Rajoy o a Herrera allí presente. Podía haberse quedado el presidente del Gobierno de España después de su visita mañanera a Olmedo para responder a tanta cuestión sobre su persona.

Tan nacional y elevado discurría el pleno que hasta se habló de Kant. Como en el ya famoso: “Bueno yo la verdad es que no he leído a Kant un li-título concreto, pero me da igual”, pronunciado por un Albert Rivera en apuros el pasado viernes.  Y el encargado de rescatar al filósofo alemán ayer en las Cortes fue Tudanca que se ve que tampoco le ha leído pero aclaró: “alguien que sí lo ha hecho es mi compañero Gabilondo” y recordará usted, le dijo a Herrera, aquella frase del filósofo que dice que “la honradez es la mejor política.” “Cuando yo me marche de aquí me iré con las manos limpias; como vine”, sentenció el presidente a lo que Tudanca añadió: “¡No tengo dudas de su honradez! ¡Sí de la del señor Rajoy!”

Y prosiguieron los dimes y diretes nacionales y la socialista Marta Olmedo apuntillaba que “quien esconde la cabeza es el señor Rajoy que no se atreve a debatir.” Como si aquello, efectivamente, fuese otro debate al que el presidente del Gobierno tampoco acudiría.

Tan saliente marchaba el pleno que se aludió incluso a la inteligencia. “La vida inteligente en Castilla y León no empieza y acaba en usted”, espetó la socialista Barcones Sanz al consejero de la Presidencia. De Santiago-Juárez resolvió que él no había hablado ni de su inteligencia ni de la de ella. Ya lo escribió Kant: “No se puede aprender filosofía, tan sólo se puede aprender a filosofar.” Sería de eso de lo que iba el pleno.


Frío como con la filosofía alemana se quedaba uno al salir del edificio de las Cortes. Entre la niebla cuajada de este invierno prematuro.

Guillermo Garabito.

Crónica parlamentaria publicada en ABC CyL el miércoles 2 de diciembre de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario