lunes, 1 de febrero de 2016

Pasan los pasos

La Semana Santa viene temprana este año. Está ahí ya, mirando al cielo. Esperando el Domingo de Ramos bajo el pórtico de la Cuaresma. Y los ánimos se encienden entre carteles que se dan a conocer y el nombre de los escogidos para pregonarla. Este periódico dio la exclusiva con el nombre del pregonero de la ciudad del Pisuerga y se armó el revuelo en el Ayuntamiento sin entender que, quizá así, hasta tenga más tirón. 

Para 2016 la nueva moda son carteles de Semana Santa laicos, que lo mismo patrocinan la Semana Santa que una frutería. Vaya usted a saber. Me enviaron el otro día el cartel de Cartagena y había allí en primer plano una manzana deforme que alguien tuvo hasta el valor de decir que era un corazón. En Cuenca eligieron un cuadro abstracto de Zóbel por donde no se atisba, ni echándole imaginación, ningún indicio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Y es entonces cuando uno piensa que tendría que haberse dedicado a la pintura abstracta y vivir del cuento, que de la literatura se vive con más aprietos.

Así viene la nueva España de pactos “progresistas y de cambio”, que por otro lado es la de siempre.
Viene a ocurrir con los carteles de Semana Santa lo mismo que a los italianos estos días pasados cuando cubrían las esculturas clásicas que llevan una teta fuera, o las dos, para que no se ofendiera el presidente iraní, que es todo sensibilidad. A este paso, nosotros, acabaremos sacando en procesión las tallas tapadas entre biombos.

Y me niego a caer en la tolerancia de los intolerantes, que termina siendo poco más que puro servilismo.

Ya lo dijo don Miguel de Unamuno: “No ha pasado más; ni monarquía, ni dictadura, ni revuelta, ni república. Pasan los pasos y los llevan los mozos”. Habrá alcaldes podemitas y vendrá lo que haya de venir, pero a buen seguro tendremos Semana Grande en Castilla y León.

Guillermo Garabito. 

Publicado en ABC CyL el viernes 29 de enero de 2016.

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