Bolonia en la piscina

          Primeras calificaciones llegan a la par tanto para estudiantes universitarios, después de los exámenes finales de junio, como para el plan que ahora organiza nuestras carreras.
Bolonía, el nuevo plan con un objetivo, la unidad universitaria europea, ha cerrado su primer curso de plena implantación en todas las universidades del viejo continente, entre ellas  la UVa.
Un plan para todos los gustos. Criticado, en el sentido amplio de la palabra, por el sector docente. Catedráticos y profesores.

¿Y que opinamos los alumnos?. Las respuestas son cuanto menos ambiguas, tienen sus pros y sus contras. La presencia diaria a las clases ligada a la evaluación continua de determinadas asignaturas, la orientación practica de quizás demasiadas disciplinas etc.  Donde unos ven ventajas, otros ven obstáculos.
El que ahora se cuela en los ''debates'' de cafetería es el ''nuevo septiembre''. Las recuperaciones trasladadas a julio, mes central del estío, de calor y piscinas. Juzguen ustedes.
Cierto es, que quizás sea la aplicación exclusivamente practica de las asignaturas donde Bolonia cojee todavía. Un enfoque puramente práctico, acorde a la creciente demanda de profesionales formados en un determinado campo para el mercado de laboral.

¿Pero y donde queda el sentido clásico de universidad, ese lugar de pensadores y reflexión, de estudio e investigaciones? Y aunque es necesario orientar las diversas disciplinas hacia el siglo XXI, no pueden ser ancladas en la demanda de un momento puntual y pasajero. Debido al  difícil devenir de los próximos años.


GUILLERMO SÁNCHEZ GARABITO
Carta publicada en el Norte de Castilla (7-07-2011)