domingo, 3 de julio de 2011

Trascendencia tallada en madera

       La trascendencia tallada en madera, sobrenaturalidad Divina fraguada en distintos metales que son representación de los signos de una religión, origen y pilar maestro de la cultura europea.

Todo ello y más, es parte de la recopilación presentada desde abril de este año en la exposición ''Passio''. Nueva edición de Las Edades del Hombre.

Un paseo por las dos sedes que este año albergan la exposición, siendo este hecho una novedad, logrará hacer una idea al público que lo visite de la magnitud del patrimonio religioso que posee nuestra comunidad.                    
La primera de las sedes se encuentran en la que fuera villa prerromana. Medina del Campo, instalada en la iglesia de Santiago, el Real. La segunda, la hallamos emplazada entre Torozos y Tierra de Campos, en Medina de Rioseco.

En esta ocasión, todas las obras recogidas tienen un mismo motivo, tema central de la exposición y que da nombre a la misma. ''PASSIO'', termino latino que hace referencia a la Pasión de Jesucristo.
Dos puntos de vista, a diferencia de la parte riosecana, la primera no sigue un orden cronológico.
¿Como eje?. El hombre. Un hombre viejo, Adán, representación del pecado y de la debilidad. Tras el, un Hombre Nuevo. Dios encarnado, Salvador del pecado y anuncio del Reino de los Cielos.

Una vez en la ''Ciudad de los Almirantes'' hemos de llegar hasta la iglesia de Santiago de los Caballeros para continuar con la exposición. Ya en ella y tras cruzar sus grandes muros, absorbe la atención una ''Última Cena'' de grandes dimensiones esculpida en bronce del artista salmantino Venancio Blanco.
Pero a medida que continuamos la visita, (con brillantes explicaciones en ambas sede, reflexiones que acercan a la trascendencia e ilustran cada obra aportando datos que tratan de ayudar en su comprensión) encontramos pinturas de maestros castellanos como Vela Zanetti, o Castilviejo. Esculturas de gran detallismo como las de Pedro de Mena, retablos, tallas y un Cristo yacente de Gregorio Fernández o tenebrarios, tabernáculos y otros objetos de marcado carácter religioso.

Un recorrido, no solo por el legado cultural de siglos de arte castellano, sino también por las raices que supusieron la base de la cultura, de un reino donde ''no se ponía el sol'', en una época de grandiosidad no solo artística y cultural. En la que España era el foco de todas las miradas en los mapas  y no precisamente por su maltrecha economía como a día de hoy.

Guillermo Garabito

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